Historia y evolución del tambor militar

Historia y evolución del tambor militar

El tambor es un instrumento musical compuesto de 1 o 2 membranas denominadas parches. Estas van tensadas y sujetas a una especie de caldero o bastidor que por lo general tiene forma cilíndrica o tubular la cual se conoce como caja del tambor. Para hacer sonar el tambor se golpean los parches con las manos o con  baquetas. Las vibraciones de se producen resuenan en el interior de la caja.

En todas las partes y culturas del mundo es posible encontrar tambores y son uno de los instrumentos musicales más antiguos creados por el hombre. Existen evidencias de su existencia desde el siglo 6 mil a.C. El uso del tambor desde sus comienzos siempre ha estado ligado a lo simbólico, ceremonial o sacro, además de su función netamente musical que puede ir desde marcar una cadencia sencilla hasta recrear otros ritmos más complicados.

Los tambores dentro de la clasificación de los instrumentos musicales, pertenecen al grupo de los membranófonos, y esto se debe a que el sonido producido por ellos se obtiene a partir de la resonancia que provocan las vibraciones de su membrana. Existen algunos tambores que no clasifican en este grupo, como el caso de los tambores de acero de la música trinitaria, y los de hendidura característicos de muchas culturas tribales. En este caso estos tambores se agrupan entre los idiófonos.

Uno de los tambores más conocidos es el tambor militar. Este según los historiadores tiene su antecedente en el Tabor o tambor de cuerda, tambor que comenzó a utilizarse en Europa alrededor del año 1300.  El tabor era un tambor de doble cabeza, en una de las cuales tenía atada una cuerda y en la otra una membrana tensada. El Tabor solía tocarse junto con una flauta de tres huecos por el mismo intérprete. En la actualidad y manteniendo la tradición, este tambor se sigue usando en la música folk europea.

La introducción del tambor de cuerda en lo militar probablemente se deba a los tambores utilizados el siglo XVI por el aquel entonces poderoso ejército turco que tenía la influencia directa de los tambores del ejército suizo, quienes a su vez habían creado sus tambores militares a semejanza de los tambores de uso local. La utilización de soldados suizos en los ejércitos europeos fue muy popular alrededor del año 1400. Dentro de la composición de los ejércitos mercenarios suizos llamaba mucho la atención el cuerpo de tambores y pífanos, quienes eran los encargados, entre otras funciones de dar con sus tambores las señales para los relevos, descanso y otras actividades de los soldados. Este tambor era un instrumento muy grande que se llevaba sujeto con una correa al hombro derecho del soldado.

Este tambor usado por los mercenarios suizos se hizo muy popular en los ejércitos europeos y se mejoró al inventarse un nuevo sistema de tensado de la membrana introduciéndole un anillo especial con tensores en forma de Y o W que hicieron muy sencilla esta tarea. Ya para el año 1600 estos sistemas se habían perfeccionado y se comenzaron a fabricar tambores militares en todos los tamaños. Era muy fácil para cualquiera tensar sus membranas y lograr los sonidos deseados.

La diversificación de tamaños y el mejoramiento sucesivo de los mecanismos de tensado de los tambores de cuerda hicieron posible que se fueran obteniendo nuevos y más complicados sonidos y ganaran en popularidad. Tanto fue así que fueron introducidos en las orquestas sinfónicas a mitad del siglo XIX. La música sinfónica y clásica hizo suyo el tambor militar imprimiéndole a este género un nuevo colorido y timbres de marcha en algunos pasajes. Ya para esa época el tambor de cuerda había sustituido al tambor tenor de las bandas militares y su sonido en las marchas se convirtió en el sonido clásico militar.

Evolución del tambor militar moderno

Después del año 1900, este tambor siguió ganando popularidad en la música, se perfeccionaron aún más sus mecanismos de tensado para facilitar su manipulación.

Pero no se puede hablar de este tambor sin mencionar la batería, que no es más que un conjunto de tambores de cuerda de diversos tamaños acompañados de otros instrumentos de percusión como platillos y cencerros, que se convirtieron en parte inseparable de la música del siglo XX. Géneros musicales como jazz y el rock son de los más representativos.

En la actualidad es tan fácil comprarse un tambor o armarse una batería como adquirir online cualquier otra cosa La variedad de colores, diseños y tamaños es impresionante, pero siempre conservando las características del viejo tabor, en una de sus caras una membrana tensada, y por el otro las cuerdas vibrantes.

Más recientemente, el avance de la electrónica y la informática, han surgido los tambores electrónicos que son capaces de reproducir los sonidos de cualquier otro tambor que se haya inventado y adicionalmente producir otros nuevos sonidos, pero dudo mucho que estos lleguen a sustituir completamente a nuestros queridos y ya tradicionales tambores de membrana y cuerda.